Todo gira alrededor de la economía, y esta pandemia, o lo que sea que estamos viviendo, ha trastocado toda nuestra vida.
En mi familia lo estamos viviendo de cerca. Una de mis hermanas, por nombrar uno de los casos cercanos, trabajaba de monitora de natación en el pueblo donde vive. No era un gran sueldo, pero estaba contenta. Después de separarse de un hombre que la tuvo de florero durante muchos años.,ama de casa, en casa y para casa, se reinventó.
Cierto es que tardó muchos años en darse cuenta de que ella no era propiedad de nadie ( dieciocho años de su hija pequeña, todo eso le costó y más) pero, en aquel curso de monitora de natación vio un pasillo a su libertad. Después de ese, vinieron otros a través de la federación de natación y poco a poco le fueron ofreciendo las clases, se fue enganchado a los niños y niñas y los padres y madres confiaron en ella, dándole la confianza que le faltaba después de tantos años oyéndose que no servía para nada. (Cómo si llevar una casa, por ejemplo, fuera moco de pavo). Todo eso le llevó al divorcio.
El caso que, a la primera de cambio el jefe de mi hermana se acogió al ERTE y mi hermana fue una de las primeras en ir al paro. Imposible mantener su piso sin ingresos, así que su pareja hace unos años le insistió en vivir juntos, una vez más. Y ahora se encuentra en pleno desmonte de piso. De momento contenta: está en camino de encontrar un trabajo en su nuevo lugar de residencia. El caso que, al desmontar su casa, en todo ese proceso que te lleva a remover el pasado y encontrarte con innumerables recuerdos que creías olvidados, se ha encontrado con una gran colección de libros con los que no sabe que hacer. Y ahí entro yo, "la coleccionista de libros".
Bueno, dejando atrás lo que pasará con esos libros, ya que puede ser hasta tema de una entrada especial, mi hermana me llamó un día y me pidió que fuera a ayudarla con unas cajas. Por supuesto, fui incapaz de no mirar la estantería desde donde todos esos libros gritan que sigamos respetando su espacio en nuestras vidas.
Tiene libros que heredó a la muerte de mi padre, y que yo recuerdo con cariño habérmelos leído de adolescente, en mi época de estudiante; hay colecciones que se llevó de casa de mi madre, cuando la ayudó a desmontar su piso para irse a la residencia y hay otros que ha ido comprando poco a poco, en los ya muchos años que lleva autorealizándose.
Este libro que hoy os presento, "El hombre que plantaba árboles" de Jean Giono, pasó inadvertido para mí pero ella lo cogió y me dijo:
—Este libro se lo regaló a Adrián un hombre que ahora está muerto. Es un libro muy extraño. —Y me lo ofreció como diciendo,¿quieres leerlo?
—¿Por qué se lo regaló? —pregunté. Ella se encogió de hombros.
Después de leerlo entiendo porqué debió regalárselo. Una de las cosas que me transmite el libro es mostrarnos el poder de un solo ser humano, cuando se propone hacer lo que quiera que sea, y en ello entrega su alma y corazón. Mi sobrino pasó una etapa de su vida muy perdido, en donde ni sus padres confiaban en su valía. Seguro que este amigo, porque tuvo que serlo, supo ver en él más allá que su apariencia.
Creo que ya lo he dicho en otras ocasiones, si no ahí queda, cuando empecé con este blog mi idea no era hacer reseñas, ya que me encontré con mil sitios que lo hacen estupendamente, así que decidí buscar las reseñas de mis lecturas en esos blogs y de paso mostraros sitios maravillosos para poder visitar.
A veces pongo el título del libro en el buscador y elijo uno de los lugares que me aparecen en la búsqueda y otras veces voy a mi sitio seguro, un blog que fue de los primero que encontré y que muestra otros tantos que él sigue, hablo de "Libros leidos y comentados". Esta vez esta bitácora no reseña este libro pero si lo hacen dos de los blogs que se nombran en ella.
En "Abrazo de libro" encontramos explicación de cómo se gesta la historia y cómo llega el libro a los lectores. Curiosas las dos cosas, pero dignas de esta historia. Y en "Libros y Literatura" tenemos una bonita reseña, muy buena.
Ambos ciberdiarios están esperando que te pasees por ellos y, creo no equivocarme al decirte, que te gustarán, ambos. ¡Ya me dirás!
Por si te pasa como a mí y te quedas con las ganas de leer algo más de este autor dejo el enlace reseñas de otras de sus obras, para que tengas donde elegir:
En mi familia lo estamos viviendo de cerca. Una de mis hermanas, por nombrar uno de los casos cercanos, trabajaba de monitora de natación en el pueblo donde vive. No era un gran sueldo, pero estaba contenta. Después de separarse de un hombre que la tuvo de florero durante muchos años.,ama de casa, en casa y para casa, se reinventó.
Cierto es que tardó muchos años en darse cuenta de que ella no era propiedad de nadie ( dieciocho años de su hija pequeña, todo eso le costó y más) pero, en aquel curso de monitora de natación vio un pasillo a su libertad. Después de ese, vinieron otros a través de la federación de natación y poco a poco le fueron ofreciendo las clases, se fue enganchado a los niños y niñas y los padres y madres confiaron en ella, dándole la confianza que le faltaba después de tantos años oyéndose que no servía para nada. (Cómo si llevar una casa, por ejemplo, fuera moco de pavo). Todo eso le llevó al divorcio.
El caso que, a la primera de cambio el jefe de mi hermana se acogió al ERTE y mi hermana fue una de las primeras en ir al paro. Imposible mantener su piso sin ingresos, así que su pareja hace unos años le insistió en vivir juntos, una vez más. Y ahora se encuentra en pleno desmonte de piso. De momento contenta: está en camino de encontrar un trabajo en su nuevo lugar de residencia. El caso que, al desmontar su casa, en todo ese proceso que te lleva a remover el pasado y encontrarte con innumerables recuerdos que creías olvidados, se ha encontrado con una gran colección de libros con los que no sabe que hacer. Y ahí entro yo, "la coleccionista de libros".
Bueno, dejando atrás lo que pasará con esos libros, ya que puede ser hasta tema de una entrada especial, mi hermana me llamó un día y me pidió que fuera a ayudarla con unas cajas. Por supuesto, fui incapaz de no mirar la estantería desde donde todos esos libros gritan que sigamos respetando su espacio en nuestras vidas.
Tiene libros que heredó a la muerte de mi padre, y que yo recuerdo con cariño habérmelos leído de adolescente, en mi época de estudiante; hay colecciones que se llevó de casa de mi madre, cuando la ayudó a desmontar su piso para irse a la residencia y hay otros que ha ido comprando poco a poco, en los ya muchos años que lleva autorealizándose.
Este libro que hoy os presento, "El hombre que plantaba árboles" de Jean Giono, pasó inadvertido para mí pero ella lo cogió y me dijo:
—Este libro se lo regaló a Adrián un hombre que ahora está muerto. Es un libro muy extraño. —Y me lo ofreció como diciendo,¿quieres leerlo?
—¿Por qué se lo regaló? —pregunté. Ella se encogió de hombros.
Después de leerlo entiendo porqué debió regalárselo. Una de las cosas que me transmite el libro es mostrarnos el poder de un solo ser humano, cuando se propone hacer lo que quiera que sea, y en ello entrega su alma y corazón. Mi sobrino pasó una etapa de su vida muy perdido, en donde ni sus padres confiaban en su valía. Seguro que este amigo, porque tuvo que serlo, supo ver en él más allá que su apariencia.
Creo que ya lo he dicho en otras ocasiones, si no ahí queda, cuando empecé con este blog mi idea no era hacer reseñas, ya que me encontré con mil sitios que lo hacen estupendamente, así que decidí buscar las reseñas de mis lecturas en esos blogs y de paso mostraros sitios maravillosos para poder visitar.
A veces pongo el título del libro en el buscador y elijo uno de los lugares que me aparecen en la búsqueda y otras veces voy a mi sitio seguro, un blog que fue de los primero que encontré y que muestra otros tantos que él sigue, hablo de "Libros leidos y comentados". Esta vez esta bitácora no reseña este libro pero si lo hacen dos de los blogs que se nombran en ella.
En "Abrazo de libro" encontramos explicación de cómo se gesta la historia y cómo llega el libro a los lectores. Curiosas las dos cosas, pero dignas de esta historia. Y en "Libros y Literatura" tenemos una bonita reseña, muy buena.
Ambos ciberdiarios están esperando que te pasees por ellos y, creo no equivocarme al decirte, que te gustarán, ambos. ¡Ya me dirás!
Por si te pasa como a mí y te quedas con las ganas de leer algo más de este autor dejo el enlace reseñas de otras de sus obras, para que tengas donde elegir:
Si te has pasado por ellos, habrás comprobado que te he redirigido a dos nuevos espacios webs que tienen mucho que ofrecer.
Bueno, no olvides dejarme un comentario si has leído este libro.
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